Una de las formas más eficaces para prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos y favorecer la conservación de los atributos de calidad de los mismos es la aplicación de una serie de medidas fáciles de implementar y con poco esfuerzo, pero que contribuyen al cuidado de nuestra calidad de vida.
En el supermercado
- Organizar las compras mediante una lista armada siguiendo una secuencia, de manera tal de evitar roturas, derrames o pérdida de la cadena de frío de alimentos perecederos que pueden deteriorarse, pudiendo ocasionar enfermedades al consumirlos. La secuencia de compra sería: 1) los productos de limpieza; 2) los alimentos no perecederos (aceite, harina, fideos, etc.); 3) las frutas y verduras; 4) los alimentos perecederos (carnes rojas, pollo pescado, lácteos, etc.).
- Colocar los productos en el carrito del supermercado siguiendo el mismo criterio de compra: los productos de limpieza y los alimentos no perecederos deben ir en la parte inferior, de manera tal que los alimentos perecederos queden en la parte superior.
- Verificar la fecha de vencimiento y la integridad de los envases, evitar latas abolladas, hinchadas u oxidadas y envases rotos o mal sellados.
Camino a casa
- Evitar la pérdida de la cadena de frío: no dejar los alimentos en el auto por varias horas, tratar de dirigirse directamente al lugar de destino para guardarlos inmediatamente en heladera o freezer.
- En los envíos a domicilio: evitar la pérdida de cadena de frío de los alimentos que lo requieran y no mezclar alimentos con productos de limpieza en la misma bolsa o canasto, para evitar la contaminación por rotura de los mismos.
En casa
- Guardar primero los alimentos que requieren almacenamiento en heladera o freezer.
- Colocar adecuadamente los alimentos en la heladera. Los productos lácteos y los alimentos cocidos deben estar en los estantes superiores, las carnes crudas en el inferior y las frutas y verduras en el compartimiento específico para estas. Los huevos pueden colocarse en la puerta de la heladera (la zona donde la refrigeración no es tan buena), dado que no necesitan almacenarse a bajas temperaturas, pero la refrigeración es la forma de conservación más recomendada.
- Prevenir los derrames de jugos de carnes sobre otros alimentos por medio del uso de papel film, bolsas plásticas o envases contenedores.
- Congelar los alimentos en pequeñas porciones para que los procesos de congelado y descongelado sean más rápidos.
- Lavar las frutas y verduras antes de colocarlas en la heladera.
- Colocar en la parte posterior los alimentos recién comprados para consumir primero los que fueron comprados con anterioridad.
- No almacenar una cantidad excesiva de alimentos para evitar la pérdida de capacidad de enfriamiento de la heladera.
- Controlar regularmente el funcionamiento de heladeras y freezers.
Al descongelar los alimentos
- Utilizar un método que permita mantener las cualidades e inocuidad de los alimentos:
- Descongelado en microondas: es el método más rápido. Se debe utilizar la combinación de tiempo y temperatura (o potencia) que el fabricante recomiende. Si el microondas no cuenta con bandeja giratoria, se debe girar manualmente el alimento una o dos veces para que el descongelado sea homogéneo.
- Descongelado en heladera: es lento porque la diferencia de temperatura entre freezer y heladera no es mucha. Por eso hay que realizarlo con una anticipación de al menos 6 horas. Este método asegura la inocuidad de los alimentos, pues al mantenerlos refrigerados, se minimiza la posibilidad de desarrollo microbiano.
- Descongelado bajo agua fría: es el método más accesible, pero por seguridad se debe tener la precaución de mantener el agua siempre fría, debiendo cambiar el agua cada media hora hasta que el producto se encuentre descongelado. Es preferible dejar correr agua potable de la canilla, ya que recambia el agua.
- Advertencia: No descongelar los alimentos a temperatura ambiente ya que no es un método seguro.
Al cocinar
- Lavarse las manos antes de manipular alimentos cocidos y después de manipular alimentos crudos, tocar la basura o superficies sucias, fumar, comer, estornudar, toser o ir al baño.
- Utilizar diferentes tablas y utensilios para alimentos cocidos y crudos, o bien lavarlos y secarlos entre uno y otro uso.
- Al momento de elegir una tabla, optar por las plásticas en lugar de las de madera ya que son más resistentes y fáciles de limpiar, disminuyendo el riesgo de contaminación.
- Evitar el consumo de alimentos crudos o con cocción insuficiente, ya que la temperatura y el tiempo de exposición al calor no fueron suficientes para la destrucción de los microorganismos responsables de enfermedades.
- Recalentar los alimentos a 70 °C o más; deben quedar calientes y no tibios.
- Evitar las recetas que llevan huevos crudos sin pasteurizar (mayonesa casera, etc.), especialmente cuando hay niños y ancianos.
- Cuando se utiliza el microondas, mezclar los alimentos, cubrirlos y hacerlos girar para que la cocción sea pareja. Si no cuenta con plato giratorio, girarlos manualmente una o dos veces durante la cocción para asegurarse que no queden porciones frías.
Muy util tu articulo. Gracias!
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