Si decimos ‘este helado va a estar frío’, este mensaje prácticamente no lleva información. Si decimos ‘estas peras azules resultan picantes’, este mensaje lleva gran cantidad de información, porque es algo inesperado.
Finalmente, somos consumidores de improbabilidad, que es lo que hace que tengamos esa necesidad de cambiar, de evolucionar, de buscar en el exterior la información que necesitamos.
¿Cómo obtener mayor cantidad de información? Necesitamos complicar ese mensaje, más complejidad sensorial, más impredictibilidad, más sorpresa. Necesitamos más sentidos involucrados. Estamos malviviendo sensorialmente en una sociedad bidimensional, audiovisual, cuando estamos programados para muchos más sentidos.
Cuantos más sentidos seamos capaces de involucrar, más cantidad de información, más densidad de sorpresa podremos recibir”.
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