Varios son los libros que permiten acceder a la gastronomía a través de las letras. Para estos días en los que muchos deben quedarse en sus casas, les presento tres textos imperdibles en los que comidas y bebidas son protagonistas, recomendados por Raquel Rosemberg.
Ceviche
Federico Levín Ediciones Aquilina
La cocina peruana está de moda también en la literatura. Su plato emblemático, el ceviche, da nombre a la novela inaugural de Federico Levín, parte de la colección Negro Absoluto, dirigida por Juan Sasturain. Su personaje, Héctor “El Sapo” Vizcarra, está lejos de ser un detective típico: es gordo, vive en el barrio de Abasto y va de restaurante en restaurante probando comidas que, a veces, describe en algunas notas. Pero como muchos otros porteños, sucumbe ante la cocina peruana y decide ir en busca del mejor ceviche, manjar que él mismo prepara y cuya receta describe minuciosamente en el relato, incluyendo los secretos del plato. El Sapo recorre comederos y bodegones hasta que llega al de Doña Lili, donde asiste, en vivo y en directo, a la muerte de un personaje. El festín sigue entre algunos seres especiales, como el Poio o Intestino Delgado. Para saber cuál es el pescado indicado o qué hay detrás de cada bocado, hay que internarse en las páginas de este entretenido libro.
Ni de Adán ni de Eva
Amelie Nothomb Anagrama
Esta genial escritora nació en Kobe, Japón, aunque es hija de diplomáticos belgas. No es una autora de libros de cocina; sin embargo, en cada una de sus obras no faltan las referencias gastronómicas. En “Biografía del hambre”, relata su vida a través del hambre y afirma tener un “apetito absoluto”. En su última novela, “Ni de Adán ni de Eva”, que se desarrolla en Japón, una de las escenas centrales tiene lugar en una mesa donde sirven pulpitos… pero ni en sashimi ni crudos, sino vivos. La narración de la escena y de lo que despierta en la protagonista es realmente maravillosa.
Muerte en Estambul
Petros Márkaris Tusquets Editores
El autor nació en Estambul y tras estudiar ciencias económicas se instaló en Atenas, donde se especializó en traducciones y en la escritura de guiones. Pero la fama le llegó con la serie de libros protagonizados por el comisario Kostas Jaritos. El eje de su última novela son las relaciones entre Estambul, a la que los griegos siguen llamando Constantinopla, y Atenas; entre Grecia y Turquía. Aquí el comisario va de vacaciones a Estambul y mientras hace turismo y se da el gusto de probar cada uno de los platos que lo conmueven, debe investigar un asesinato. Recorre calles con aroma a narguiles y especias, mientras prueba rakí (el licor anisado nacional de Turquía), come los platos del meze (la picada), pide pescados y después saborea su café con borra, ese que a pesar de las lecturas, no le da pistas para encontrar al culpable.
Fuente: Descorchados.biz
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