El libro de las ilusiones (Homenaje a Ferran Adrià), ideada por el compositor francés Bruno Mantovani, es una composición musical para orquestra que simboliza un homenaje a Ferran Adrià. Se trata de mezclar la cocina de vanguardia y todas sus características con la música de cámara.
Así, olivas esféricas, raviolis de granos de pimientos del Padrón, caviar de caracoles, fresas al vinagre de Jerez, son algunos de los 35 movimientos que componen la obra que se estrenó días pasados en uno de los principales festivales de música contemporánea del mundo, el Agora, que organiza cada año el Instituto de Investigación y Coordinación Acústica/Musical (IRCAM) del Centro Pompidou de París, donde estudió Mantovani.
Adrià, que ya ha sido homenajeado como creador artístico en Harvard o en la Dokumenta de Berlín, asistió al evento, que se celebró en la prestigiosa sala Pleyel. Bruno Mantovani, que es un especialista en música electrónica y por ordenador, relató en la presentación de la obra que cuando acudió a El Bulli encontró una gran similitud entre sus investigaciones y las experimentaciones formales del cocinero catalán: «Mis investigaciones eran muy similares a las del inmenso chef español, cuya cocina juega permanentemente con el conflicto entre lo conocido y lo desconocido, entre referencia e invención abstracta, y cuyos menús están 'compuestos' con un sentido de la forma absolutamente impresionante».
Y es que para Mantovani «ambos universos parecen íntimamente ligados, en lo inmediato de la percepción y en el paralelismo entre las sensaciones experimentadas (numerosos músicos apelan a metáforas gustativas para hablar de sus trabajo: un acorde especiado, una sonoridad grasa, una orquestación ácida...)», añade.
Tanto es así que no es la primera vez que Mantovani se inspira en la comida, ya que son habituales sus improvisaciones sobre vinos y ya ha escrito un dueto para contralto y piano llamado Algunas efervescencias, que se inspiran en los vinos espumosos. En El libro de las Ilusiones traslada el mismo espíritu en forma de metáforas sobre las texturas de los platos de Adriá, al tiempo que confronta una orquesta sinfónica y la música electrónica.
Adrià, que ya ha sido homenajeado como creador artístico en Harvard o en la Dokumenta de Berlín, asistió al evento, que se celebró en la prestigiosa sala Pleyel. Bruno Mantovani, que es un especialista en música electrónica y por ordenador, relató en la presentación de la obra que cuando acudió a El Bulli encontró una gran similitud entre sus investigaciones y las experimentaciones formales del cocinero catalán: «Mis investigaciones eran muy similares a las del inmenso chef español, cuya cocina juega permanentemente con el conflicto entre lo conocido y lo desconocido, entre referencia e invención abstracta, y cuyos menús están 'compuestos' con un sentido de la forma absolutamente impresionante».
Y es que para Mantovani «ambos universos parecen íntimamente ligados, en lo inmediato de la percepción y en el paralelismo entre las sensaciones experimentadas (numerosos músicos apelan a metáforas gustativas para hablar de sus trabajo: un acorde especiado, una sonoridad grasa, una orquestación ácida...)», añade.
Tanto es así que no es la primera vez que Mantovani se inspira en la comida, ya que son habituales sus improvisaciones sobre vinos y ya ha escrito un dueto para contralto y piano llamado Algunas efervescencias, que se inspiran en los vinos espumosos. En El libro de las Ilusiones traslada el mismo espíritu en forma de metáforas sobre las texturas de los platos de Adriá, al tiempo que confronta una orquesta sinfónica y la música electrónica.
Fuente: afuegolento.com
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