Si tenemos que encontrar una forma de definir la cocina asiática, tendríamos que decir que es variada e indescriptible. Dentro de toda la diversidad de las diferentes regiones del continente asiático existen elementos comunes que la identifica. La cocina asiática es fresca, colorida y aromática. En ella se emplean muchas especias que permiten lograr aromas y sabores muy particulares. Los métodos de cocción más habituales suelen ser: saltear, cocinar al vapor y freír. Pero detrás de este tipo de cocina que se ha puesto tan de moda últimamente, se esconde una tradición milenaria.
La dieta oriental o asiática abarca la cocina china, japonesa, india, y la tailandesa, y aunque todas poseen su propia marca comparten varias características. En este tipo de cocina se destaca en general por la fuerte base vegetal y la poca grasa y por eso en los últimos años, en Occidente ha tomado auge, en una búsqueda por comer más sano y aumentar la calidad de vida. Las legumbres, el arroz, poca carne, poco dulce y muchas verduras son la clave en esta dieta oriental, aunque cada una tiene sus rasgos propios, como el sushi fundamental en la cocina japonesa, o el té verde y los mariscos, en la comida cantonesa clásica de China, o los granos y las especias en la India.
Una de las razones del por qué de esta tendencia en la cocina-fusión, se debe a que los especialistas en nutrición están empezando a recomendar los ingredientes básicos que este tipo de cocina utiliza y su sabor intenso. El plato más demandado, el arrolladito primavera, es una mezcla de ingredientes perfecta. También se está imponiendo en los raviolis al vapor rellenos de diferentes maneras y aderezados con una ligera, dulce y deliciosa salsa de ostras. No podemos dejar de mencionar al maravilloso wok, en el que se pueden aplicar todos los tipos de cocción. En general se usa para saltear, ya que es un proceso rápido y los alimentos mantienen tanto sus nutrientes como su textura y color al cocerse en poco tiempo.
Los ingredientes
El explosivo éxito de la cocina asiática continúa en auge, y ya podemos obtener sus principales ingredientes en cualquier supermercado. A continuación vamos a descubrir algunos de los ingredientes utilizados en esta cocina:
BROTES DE BAMBÚ: Los brotes jóvenes de bambú deben cocerse para ser consumidos, eliminando así su amargor.
TAMARINDO: Estas vainas poseen en su interior unas semillas ácidas que se utilizan para condimentar.
LECHE DE COCO: Su aroma y su consistencia espesa son utilizados para suavizar el picante. Muy usado en la cocina del Sudeste Asiático.
PAK CHOI (REPOLLO CHINO): Posee un agradable sabor tanto cruda como rehogada.
SALSA DE SOJA: Debemos tener en cuenta que no todas son iguales. Existe una salsa oscura que cuenta con un sabor más fuerte, mientras que la más clara presenta un sabor más suave.
ALGAS: Son utilizadas en la comida oriental como complemento. Existen diferentes tipos: Iziki, Kombu, Agar-Agar, Nori. Todas ellas las puedes encontrar en los supermercados orientales. Son fundamentales para la preparación de algunas piezas de sushi.
HONGOS SHIITAKE: Pueden conseguirse desecados o en conserva. Presentan un sabor intenso y son carnosos. Utilizadas para complementar infinidad de platos por el realce del sabor que añade a los ingredientes.
Ventajas e inconvenientes de la cocina Asiática
Este tipo de dieta tiene muchas ventajas como sabemos, no en vano los países orientales tienen la mayor esperanza de vida, y su índice de salud es muy alto. No obstante, como todo en la vida también tiene varios inconvenientes que es recomendable conocer para saber a qué no exponemos si optamos por este tipo de alimentación. Así, es necesario mencionar que por ejemplo, si bien la cocina oriental es baja en grasas, esto no necesariamente se cumple en los países occidentales, pues en nuestros restaurantes a veces se ignora o se pasa por alto que en Oriente, la grasa es poco utilizada, y entonces aunque estés comiendo suhi podría estar cocinado con alto nivel de grasa y con alimentos de poca calidad, ya que si bien los asiáticos ponen especial cuidado en la procedencia y calidad de los alimentos que cocinan, esto no sucede en Occidente con la frecuencia deseable.
Este tipo de dieta tiene muchas ventajas como sabemos, no en vano los países orientales tienen la mayor esperanza de vida, y su índice de salud es muy alto. No obstante, como todo en la vida también tiene varios inconvenientes que es recomendable conocer para saber a qué no exponemos si optamos por este tipo de alimentación. Así, es necesario mencionar que por ejemplo, si bien la cocina oriental es baja en grasas, esto no necesariamente se cumple en los países occidentales, pues en nuestros restaurantes a veces se ignora o se pasa por alto que en Oriente, la grasa es poco utilizada, y entonces aunque estés comiendo suhi podría estar cocinado con alto nivel de grasa y con alimentos de poca calidad, ya que si bien los asiáticos ponen especial cuidado en la procedencia y calidad de los alimentos que cocinan, esto no sucede en Occidente con la frecuencia deseable.
De igual forma, es común que para aumentar el sabor de las comidas, las recetas orientales incluyan un alto contenido de sal, lo que ya sabemos no es muy recomendable para las arterias, el corazón, y la circualción. Los igredientes utilizados son difíciles de conseguir en Occidente, con lo cual, es necesario sustituirlos por otros alimentos que no producirán el mismo efecto beneficioso.
A veces, en ciertos países de Oriente, se consume una alta cantidad de proteína animal que no tiene tan buenos efectos en la salud y a la que se le adjudica permitir el desarrollo de células cancerígenas, y además muchas de las grasas utilizadas no son las recomendadas, como el aceite de coco, la mantequilla desleída o aceites vegetales refinados.
Por otro lado, las ventajas son bastantes y también es recomendable conocerlas. Podemos mencionar por ejemplo, que contienen pocos hidratos de carbono refinados y pocos azúcares, la grasa consumida es más sana en su mayoría, el consumo de pescado es más alto y esto favorece la circulación, el corazón, y el sano desarrollo del proceso digestivo, poseen un alto consumo de soja, proteína de origen natural, tienen un alto consumo de frutas y vegetales frescos de estación, lo que permite que se coman pocos alimentos procesados o elaborados industrialmente, y el té verde considerado sumamente benefactor, es parte fundamenal de muchos de sus platos.
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