Frase del día

"Si quieres conocer el espíritu de un pueblo, visita su mercado y fíjate cómo se alimenta." Juan Marí Arzak

jueves, 5 de marzo de 2009

Slow Food: el enemigo de la comida rápida

El Slow food, que traducido al castellano sería algo así como comida lenta, es un movimiento internacional que nace en Italia en 1986 y que se ha ido extendiendo rápidamente con el paso de los años por todo el mundo. Este movimiento se simboliza mediante la figura del caracol, porque la lentitud propia de este animal es el mejor símbolo para luchar contra la velocidad y las prisas que afectan al mundo moderno.
¿Cuál es el objetivo?
El objetivo que persigue es combatir la cultura del Fast food y recuperar los sabores y las costumbres tradicionales. Se basa en disfrutar de la comida, degustar los placeres que ofrece y gozar de la buena mesa en el entorno más adecuado.

Una alternativa frente a la comida rápida
Los establecimientos de comida rápida ofrecen sus menús a cualquier hora del día, a un precio muy económico y se pueden encontrar en cualquier región del mundo. Por eso, muchas personas concurren a ellos sobre todo como entretenimiento y ocio o para saciar su apetito en un lugar divertido. Sin embargo, hay personas que recurren a estos locales por falta de tiempo, ya que sirven las comidas en unos pocos minutos.
La comida rápida se acompaña generalmente de salsas o acompañamientos que aportan sabores muy intensos y una cantidad elevada de sal. Este tipo de sabores estimulan el apetito para seguir comiendo y bebiendo. Pero la rapidez con la que se consumen estos productos es otro aspecto negativo. Al comer deprisa no se deja tiempo suficiente para que la sensación de saciedad llegue al estómago por lo que con frecuencia se tiende a consumir grandes cantidades de comida. Por otro lado, puesto que apenas requieren masticación, y debido a sus altos aportes de grasa, el proceso de digestión se ve dificultado.
Este tipo de comida, cuando se convierte en algo cotidiano, puede ser perjudicial para la salud. En ocasiones estos productos sustituyen a las comidas principales, por lo que esto resulta en una deficiencia de determinados nutrientes que la comida rápida no contiene. En otros casos, se consume como un "extra" a lo que se toma habitualmente, en cuyo caso supone un exceso en el aporte de grasas y de calorías.

Recuperar las buenas costumbres
Con el paso del tiempo se han ido perdiendo muchas costumbres alimentarias saludables que sería importante recuperar. Entre ellas está el consumo de platos completos y nutritivos con legumbres como ingrediente principal. Un buen ejemplo lo constituyen las sopas y otros platos de cuchara que se han ido perdiendo con el paso de los años. Una solución práctica es cocinar un mayor número de raciones y mantenerlas congeladas hasta su consumo. Otros platos de elaboración casera que también se están perdiendo son las pastas con carne, el pescado, las paellas, acompañados de verdura o ensalada, que forman un menú completo y muy nutritivo.
Cada vez se tiende más a consumir platos principales precocinados y cuando se elaboran en casa, suelen prepararse casi siempre a la plancha o fritos por ser las opciones más rápidas y sencillas. Conviene fomentar el consumo de preparaciones caseras elaboradas con ingredientes saludables como los tradicionales guisos. Estas preparaciones no implican un exceso de grasa si se elaboran con los ingredientes adecuados. Por ejemplo, cocinar el pollo sin la piel o pescado, acompañados de verduras rehogadas, etc.
Los postres tradicionales como las frutas frescas y los lácteos, son la mejor opción para consumir a diario. De forma ocasional se pueden incluir elaboraciones caseras que incluyan ingredientes saludables como postrecitos, gelatina, flan, tarta con helado, etc.
Además es preciso fomentar y mantener las costumbres alimentarias y la riqueza gastronómica propia de cada región, dentro y fuera de ella.

¿Qué beneficios aporta?
El slow food otorga una serie de ventajas a corto y a largo plazo, entre los que destacan los siguientes:
- Promueve una buena masticación de los alimentos para favorecer la digestión.
- Fomenta la educación del sentido del gusto. El Slow food incluye sabores suaves y naturales como es el caso del tomate triturado frente al ketchup de la comida rápida. Cuando se abusa de sabores tan intensos, no se aprecian los sabores naturales de la comida tradicional. A esto hay que añadir que los sabores intensos estimulan el apetito y provoca un aumento de la ingesta.
- La calidad nutritiva del menú es mejor si bien puede superar en precio a la comida rápida.
- Favorece las relaciones sociales con otras personas alrededor de la mesa al comer de forma distendida y sin prisas.

Webs relacionadas:

http://www.slowfoodarg.com.ar/

http://www.puntoslowfoodbaires.com.ar/

http://www.slowfood.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario