Frase del día

"Si quieres conocer el espíritu de un pueblo, visita su mercado y fíjate cómo se alimenta." Juan Marí Arzak

jueves, 20 de agosto de 2009

Mercados de Buenos Aires

Hubo un tiempo en el que cada barrio tenía su mercado, un espacio donde los puesteros y los clientes tenían nombre y cara. En el mundo son objeto de culto de los gourmets. En la ciudad de Buenos Aires aún sobreviven algunos que proponemos redescubrir.


Ir al mercado era casi como visitar a un pariente de una gran familia. En cada puesto, quien estaba al frente conocía manías y gustos de cada cliente, datos que permitían armar el menú semanal con ingredientes elegidos (casi custodiados) a medida. Y si no estaba el mercado, quedaba la feria. Tenían valor, ese que cuando se viaja aún se mantiene, el de conocer a un pueblo visitando sus mercados: allí están sus frutos, sus carnes, sus comidas típicas y su gente.
La Argentina es un país que envía a la picota buena parte de su pasado, aunque a veces algo logra salvarse; por eso, cuando en todo el mundo los mercados están de moda como templos de la alta gastronomía, donde se ofrecen productos frescos y preparados en medio de objetos de diseño y hasta restaurantes –incluso algunos lucen estrellas Michelin–, rescatemos los que quedan y hagamos algo por volver a poner en valor esos centros que son los primeros pasos obligados de una buena comida.
En Buenos Aires, el recorrido puede empezar por el Mercado de Belgrano (Juramento 2527). Está en plena reestructuración y faltan varios puestos importantes –dicen que en poco tiempo más lo remodelarán–, pero están vivitos y coleando El Corral de Ernesto y El Rosarino, con las mejores carnes; verdulerías y fruterías muy bien surtidas, y el local-madre de Valenti, con quesos y fiambres de muy buena calidad y mesitas para probarlos en el lugar.
Si se llega hasta el Mercado de San Telmo (Defensa 1179), que funciona en un edificio de 1897, se sorprenderá con la Biblia y el calefón. Porque allí, además de verdulerías, fruterías, granjas de aves, carnicerías, panaderías y puestos de quesos, también podrá encontrar, a tono con el barrio, antigüedades, libros, revistas y hasta sombreros. ¿Para comer? Hay varios locales, pero se destaca el 20, de cocina criolla, con empanadas, locro y tamales.
En Primera Junta funciona desde 1889 el Mercado del Progreso (Av. Rivadavia 5430), un espacio para surtirse de muy buenas carnes, chacinados, pescados frescos, vegetales, frutas y hasta vinos y bebidas. Para no llegar con hambre a casa, en La Continental preparan muy ricas pizzas.
En muchos casos, los hipermercados pasaron a ocupar esa función; en Jumbo, además de encontrar muy buenos productos nacionales e importados, con abundante oferta de delicatessen para esos momentos en los que se quiere viajar con el paladar, mientras compra puede hacer un alto y comer en alguna de las islas.
Fuente: Descorchados.biz

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